El bikini nació un 5 de julio de 1946 gracias a Louis Réard, un ingeniero mecánico francés que presentó esta prenda compuesta por dos piezas: un sujetador y una parte inferior unida por tiras laterales.
Curiosamente, su nombre proviene del atolón de Bikini, en el Océano Pacífico, famoso por las pruebas nucleares realizadas allí en esa época, lo que le dio a la prenda un toque “explosivo” y revolucionario.
En sus inicios, el bikini fue polémico y hasta considerado “pecaminoso” por el Vaticano. Países como Italia, Bélgica y España lo prohibieron, al igual que algunas ciudades de Estados Unidos. La primera modelo en lucirlo públicamente fue Micheline Bernardini, una bailarina del Casino de París.
Hoy existen variantes como el trikini o el minibikini, y su antecesor fue un bañador de dos piezas creado en 1913 por Carl Jantzen. Las nadadoras profesionales no lo usan porque aumenta la resistencia en el agua.
Con los años, el bikini se transformó en símbolo de libertad y moda, adaptándose a tendencias, colores y estilos que cambian cada temporada. En Latinoamérica suele llamarse traje de baño o bañador, pero su esencia es la misma: disfrutar del sol y el agua con comodidad y estilo.
Cada 5 de julio se celebra no solo una prenda, sino toda una historia de innovación, controversia y evolución cultural que sigue llenando de color playas y piscinas de todo el mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario